¿Cuánto se necesita más o menos? “Para una cocina de tamaño estándar (unos 8 metros cuadrados) partiríamos de un precio base de 6.000 euros, aproximadamente, para una reforma que dé como resultado un cambio de aspecto importante”, apunta Carmen Barasona.
Es, sin embargo, el presupuesto más bajo de todo nuestro panel de expertos: Lucrezia Arrías sitúa en unos 8.000 euros la cifra necesaria para una reforma integral; Demetrio Muñoz calcula unos 10.000 euros para la reforma de una cocina estándar de entre 8 y 10 metros cuadrados; y para la interiorista Raquel García, “como mínimo, y sin saber la medida del espacio dedicado a la cocina, podríamos estar hablando de unos 15.000 euros en adelante”.
Es, sin embargo, el presupuesto más bajo de todo nuestro panel de expertos: Lucrezia Arrías sitúa en unos 8.000 euros la cifra necesaria para una reforma integral; Demetrio Muñoz calcula unos 10.000 euros para la reforma de una cocina estándar de entre 8 y 10 metros cuadrados; y para la interiorista Raquel García, “como mínimo, y sin saber la medida del espacio dedicado a la cocina, podríamos estar hablando de unos 15.000 euros en adelante”.
Entonces, con 8.000 euros, ¿qué se puede hacer? Partiendo de esta base teórica, hemos pedido a los expertos que nos desglosen sus presupuestos y, en la medida de lo posible, que nos digan en qué partidas se podría recortar y en cuáles no es conveniente hacerlo.
“Por 8.000 euros se podría realizar una reforma completa que integrara revestimientos, mobiliario y encimera laminada más algún electrodoméstico, siempre en una cocina pequeña”, opina Demetrio Muñoz. Para ajustarse a ese presupuesto debería tratarse de una “reforma seca, es decir, que nos permitiera ahorrar la mano de obra y el tiempo de preparar las paredes y los suelos mediante la eliminación de los materiales existentes, pudiendo instalar los nuevos acabados sobre las superficies existentes”.
“Por 8.000 euros se podría realizar una reforma completa que integrara revestimientos, mobiliario y encimera laminada más algún electrodoméstico, siempre en una cocina pequeña”, opina Demetrio Muñoz. Para ajustarse a ese presupuesto debería tratarse de una “reforma seca, es decir, que nos permitiera ahorrar la mano de obra y el tiempo de preparar las paredes y los suelos mediante la eliminación de los materiales existentes, pudiendo instalar los nuevos acabados sobre las superficies existentes”.
Instalaciones. Dejando de lado el aspecto estético y teniendo en cuenta que cada vez hay más materiales que pueden aplicarse sobre los existentes –como los suelos y revestimientos vinílicos, la pintura para cerámica o el microcemento–, una reforma de este tipo requiere aprovechar para hacer una actualización de las instalaciones de agua y electricidad. “Si no es necesario renovar estas instalaciones porque se encuentran en buen estado, es una partida que nos ahorraremos, aunque hay que ser conscientes de que respetar las existentes supone una limitación para la distribución de la nueva cocina”, apunta al respecto Raquel García.
“La renovación de las instalaciones, en caso de que sea necesario, supone un coste de unos 3.000 euros aproximadamente, por lo que deberíamos dejar de lado otros detalles si necesitamos llevar a cabo esta actualización y contamos con un presupuesto ajustado”, aconseja Carmen Barasona.
“La renovación de las instalaciones, en caso de que sea necesario, supone un coste de unos 3.000 euros aproximadamente, por lo que deberíamos dejar de lado otros detalles si necesitamos llevar a cabo esta actualización y contamos con un presupuesto ajustado”, aconseja Carmen Barasona.
Abrir la cocina. El 68% de los particulares encuestados en el mencionado estudio, aprovechó la reforma para ampliar la superficie de la cocina. De ellos, un 47% lo hizo conectándola con el salón-comedor, mientras que un 38% optó por abrirla al exterior.
“Cuando el mobiliario y los revestimientos no están anticuados o pueden renovarse con poco más que puertas y tiradores nuevos, vale la pena invertir en eliminar un tabique para unificar ambientes y dar, de paso, una nueva dimensión a la vivienda”, dice la interiorista Rosa Bramona, quien asegura que “pese a que pueda parecer una obra compleja, en ocasiones es algo fácil que transforma por completo el espacio”.
“Cuando el mobiliario y los revestimientos no están anticuados o pueden renovarse con poco más que puertas y tiradores nuevos, vale la pena invertir en eliminar un tabique para unificar ambientes y dar, de paso, una nueva dimensión a la vivienda”, dice la interiorista Rosa Bramona, quien asegura que “pese a que pueda parecer una obra compleja, en ocasiones es algo fácil que transforma por completo el espacio”.
Mobiliario. Los muebles que elijamos pueden tener un fuerte impacto no solo en la estética de la cocina, sino también en el coste final de la reforma. Raquel García cifra en un 35% del presupuesto final el importe de los módulos de los armarios y asegura que “para un presupuesto como el que estamos manejando, tendríamos que decantarnos por estratificados o laminados puesto que otros materiales como la madera –tanto maciza como chapada– o los lacados tienen un precio muy superior”.
Trucos. Emplear módulos de dimensiones estándar en lugar de a medida y realizar composiciones lineales, sin huecos difíciles, son algunos consejos de los expertos para abaratar el coste final de los muebles, “pese a que para ello hay que estar dispuesto a no aprovechar al milímetro el espacio, lo cual es solo una desventaja si éste cuenta de base con rincones complicados”, apunta Carmen Barasona.
Limitar el mobiliario a los armarios bajos, sustituir los altos por estantes o rieles y optar por una encimera económica –en aglomerado laminado– son otras formas de reducir el importe final destinado al equipamiento de la cocina. Como lo es también recurrir a un fregadero y una grifería básicos, de estética atemporal.
Limitar el mobiliario a los armarios bajos, sustituir los altos por estantes o rieles y optar por una encimera económica –en aglomerado laminado– son otras formas de reducir el importe final destinado al equipamiento de la cocina. Como lo es también recurrir a un fregadero y una grifería básicos, de estética atemporal.
Prohibido escatimar. Si la mayoría de los expertos consultados coinciden en que se puede ahorrar recurriendo a calidades medias, medidas estándar y marcas accesibles, otra cosa en la que se muestran de acuerdo es que no se puede recortar en las instalaciones ni en la mano de obra. “En mano de obra no se puede escatimar porque requiere profesionales cualificados y eso tiene un precio, dependiendo de la experiencia y la valía de los operarios que realicen la obra”, opina tajante Raquel García.
“Una cocina dura mucho tiempo y las instalaciones (fontanería, electricidad y albañilería) son fundamentales para evitar problemas y mayores costes en el futuro”, asegura al respecto Demetrio Muñoz como especialista en reformas. “Un buen asesoramiento por parte de una empresa profesional en la materia puede marcar la diferencia para disfrutar de una cocina con estilo y de calidad con un presupuesto limitado”, añade.
“Una cocina dura mucho tiempo y las instalaciones (fontanería, electricidad y albañilería) son fundamentales para evitar problemas y mayores costes en el futuro”, asegura al respecto Demetrio Muñoz como especialista en reformas. “Un buen asesoramiento por parte de una empresa profesional en la materia puede marcar la diferencia para disfrutar de una cocina con estilo y de calidad con un presupuesto limitado”, añade.